Inmigrante Mexicana tiene dificultades con el Inglés, nunca se rinde

Photo courtesy of Evelyn Sepulveda

Evelyn Sepúlveda, estudiante de último año (fila de atrás, primera niña al derecho) atendió la E scuela Primaria Juan Francisco Javier en Sonora, México. Senior Evelyn Sepulveda (back row, far right) attended Juan Francisco Javier Elementary School in Sonora, Mexico.

 

Nota del editor: los reporteros de Tribe Tribune Alex Miranda y Saray Santiago entrevistaron a Evelyn Sepúlveda en español. Las citas de Evelyn han sido traducidas del español al inglés. Lea la traducción al español de la historia aquí.

Mientras los estudiantes de último año concluyen sus últimos días de escuela prepatoria, muchos celebrarán sus logros académicos y deportivos. Algunos, sin embargo, están trabajando incansablemente para alcanzar la graduación.

Evelyn Sepúlveda, estudiante de último año, no está segura si recibirá su diploma la próxima semana; ella podría quedarse un poco corta en créditos. El Tribe Tribune quiere recordarles a los lectores que la escuela no es fácil para todos. Estamos aquí para celebrar a estudiantes como Evelyn porque, a pesar de sus dificultades, nunca se dio por vencida.

Evelyn se mudó a los Estados Unidos hace unos seis años, pero aún extraña desesperadamente su vida en Sonora, México.

Evelyn Sepúlveda

Después de que nació su hermanita, a Evelyn le resultó muy difícil participar en las actividades escolares o salir con amigos. Cuando llegaba a casa de la escuela, se esperaba que cuidara a su hermana mientras sus padres iban a trabajar.

Como aprendiz de inglés (EL, por sus siglas en inglés), Evelyn siempre consideró que los proyectos grupales eran los más desafiantes. Las dificultades de comunicación le desanimaron a participar en clase. Cuando se le asignaban proyectos grupales, ella notó el disgusto que sentían los estudiantes cuando se les asignaba trabajar con ella.

“Se sentía horrible. Todos se levantaban y elegían a sus amigos, mientras yo me quedaba sentada. Yo hacía la tarea sola o el/la maestro/a me escogía un grupo”, dijo ella. “Algunos de los grupos me aceptaban, pero otros mostraban una molestia evidente”.

La maestra de ELD Elizabeth O’Donnell dice que Evelyn no quería hablar cuando primero llegó por su acento. “Ella todavía es tímida para hablar, pero su acento es hermoso como ella”, dijo O’Donnell. “Le digo todo el tiempo que estoy orgullosa de ella”.

Aunque O’Donnell podía ver las luchas de Evelyn, le dio felicidad cuando Evelyn hizo amigos. “Basado en el KPop y la cultura pop, luchas similares y el deseo de mejorar, ella formó vínculos con compañeros de clase.”, dijo O’Donnell.

Evelyn sobrevivió sus clases de ELD, pero materias como historia y matemáticas fueron luchas sin dudas. Frecuentemente necesitaba el doble del tiempo para completar el trabajo en comparación con sus compañeros de clase porque necesitaba traducir el texto antes de poder comenzar. Peor aún, a veces todavía mal interpretaba el texto y cometía al contestar. Ella dice que a menudo se frustraba consigo misma y se desanimaba por su trabajo escolar.

Cuando Evelyn llegó hace seis años, su madre le dijo que la mudanza era temporal. “Sólo iba a venir [a los Estados Unidos] por un año. Iba a quedarme mientras aprendía inglés y luego me iba a ir, pero resultó que tenía que quedarme”.

Sintió nostalgia cuando se dio cuenta de que la mudanza era permanente: “No extrañaba [México] por el lugar, sino por la gente. Mi familia me hizo sentir que [Sonora] era mi hogar”.

A Evelyn le dijeron que si fallaba en sus clases la enviarían de vuelta a casa. Su deseo de estar rodeada de sus seres queridos en Sonora la llevó a reprobar algunas clases a propósito. Durante su “rebelión” se negó a aprender inglés; le resultó más fácil que sus amigos le tradujeran que aprender un idioma completamente nuevo.

Evelyn dijo que a menudo se sentía desconectada de sus compañeros y amigos en la escuela. No salía porque se ponía nerviosa de no poder entender inglés y se hizo mucho más reservada. “En México no era muy sociable, pero sí me consideraba un poco más abierta”, dijo ella. “Pero todo [en los EE. UU.] me asustaba porque nunca salía de mi casa. Me volví muy introvertida”.

Su nueva preferencia a ser reservada se intensificaba en la escuela, donde ella estaba rodeada de personas que no siempre podían comunicarse con ella. Evelyn dijo que pudo terminar durante el almuerzo un libro en español de 300 páginas porque le impedía la interacción con la gente. Los libros eran un consuelo y un escape. “Leer era como el alcohol. No me quitaba el dolor, pero lo anestesiaba”, dijo Evelyn.

Obtener los créditos para graduarse es más difícil para los estudiantes de EL porque generalmente necesitan terminar las clases de ELD antes de estar preparados para poder entender materias con mucho contenido como historia. Sin embargo, Evelyn trabajó mucho,  incluso tomó Historia Mundial durante el verano para poder seguir encaminada. Se presentó a la escuela durante cinco horas todos los días en lugar de relajarse durante su descanso. En otras palabras, los estudiantes que no logran graduarse en cuatro años a veces tienen que tomar clases adicionales y simplemente se quedan sin tiempo para cumplir con todos los requisitos.

O’Donnell explicó que las clases con “lenguaje especializado” son difíciles para los inmigrantes. “Les falta la base de información contextual y el tratar de entender la economía, la política y el gobierno sin esa base es desalentador”, dijo ella.

A pesar de sus luchas, Evelyn Sepúlveda sigue batallando para llegar a la meta de graduarse. Cuando obtenga su diploma, espera regresar a México para asistir a la universidad y especializarse en la psicología.

“Me duele por Evelyn, sabiendo lo lejos que ha llegado y viendo su esfuerzo”, dijo O’Donnell. “Ella, como muchos estudiantes de ELD, es resistente. Alcanzará su meta y recordará a aquellos que la ayudaron en el camino”.

Imagen de la catedral “Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Caborca” en Sonora, México. Evelyn tomo este imagen cuando fue de vista a Sonora.
Picture of the cathedral “Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Caborca” in Sonora, Mexico. The picture was taken by Evelyn when visiting Sonora. (Photo courtesy of Evelyn Sepulveda)